Los avances en el terreno de los dispositivos táctiles parecen haber tenido pocos avances significativos durante los últimos años. Pero en realidad habría un amplio campo de oportunidades, bajo un enfoque disrruptivo y creativo, eso acaban de demostrar los ingenieros de la Universidad Carnegie Mellon, al crear una lata de pintura que convierte cualquier cosa en un sensor táctil.
Esta tecnología, desarrollada y presentada bajo el nombre de Electrick, funciona bajo el principio básico de la conductividad, aplicando una capa de laca o pintura en spray sobre diversos objetos, que a su vez son conectados a una computadora para mostrar la respuesta táctil en su interacción con el usuario.
El principio de Electrick es simple: se aplica una capa de revestimiento de materiales conductores de la electricidad sobre objetos o superficies, o se crean objetos utilizando materiales conductores, luego, se conectan una serie de electrodos a los objetos rociados, y listo.
Electrick utiliza las bases de la tomografía de campo eléctrico, una técnica ya conocida, pero aplicada usualmente en otros terrenos, para detectar con precisión la posición de cada toque con los dedos.
Los resultados de este proyecto serán presentados en el marco de la Conference on Human Factors in Computing Systems 2017, en la ciudad de Denver, este 6 de mayo de 2017.
Este invento podría ayudar a desarrollar sensores táctiles más elaborados y económicos. Aunque su verdadera utilidad aún está por comprobarse.
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