Coronavirus: el efecto positivo que causan las mascarillas de grafeno

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Mientras no haya certeza de una vacuna eficiente, hay que buscar las maneras de mejorar los cuidados. Los contagios de coronavirus siguen su marcha indetenible en gran parte del mundo y los gobiernos cada día flexibilizan más actividades. La gente en la calle sigue aumentando y en consecuencia el riesgo de infección sube. Debido a esto unos científicos en Hong Kong encontraron una solución particular: cambiar el material del que están hechas las mascarillas.

Los expertos de la City University of Hong Kong, recomendaron un material llamado grafeno para las mascarillas. Esto no es nada nuevo, debido a que se conocían las cualidades de este material. El problema era encontrar un método de producción masiva que fuera rápido. Y que además bajará el costo (punto muy importante), reseñó Slash Gear.

Mascarillas de grafeno I

El coronavirus sobre el grafeno

Algunos datos que tomaron los investigadores, revelan que en las pruebas realizadas, el coronavirus no duró mucho sobre el grafeno. Después de cinco minutos el material había inactivado el 90 por ciento del virus. Mientras que, al pasar 10 minutos, no quedaron rastros de partículas. Entonces hablemos con detalles de los métodos de producción.

La hazaña real de los científicos fue crear una manera de fabricar las mascarillas de una manera más rápida. Los procesos normales tienen como principal característica las altas temperaturas. Entonces primero deben sacar el grafeno y luego darle la forma deseada. Esto lleva mucho tiempo y dinero.

Como solución a este inconveniente los científicos unificaron criterios y lograron hacer ambas funciones con una sola máquina. Este proceso permite a los fabricantes convertir la mayoría de los materiales que contienen carbono, incluido el papel celulósico, en grafeno. El costo de cada mascarilla se ubicará en una cifra que va a estar entre el costo de las conocidas N95 y las convencionales. Sostienen que estas dos últimas mencionadas, al no contar con un material que logre eliminar las bacterias, se convierte en un alojador artificial de segundas bacterias, que también pueden infectar.