Uno de los principales miedos referentes al desarrollo de drones y de impresoras 3D, es su uso para el desarrollo de armas “caseras”, tal como la que vemos en la foto posterior.
Parece una llamativa pistola de juguete, como de esas que tiran agua, pero no, lo que vemos es un cañón de riel de mano. Es decir, un arma eléctrica que por medio de un campo magnético puede disparar proyectiles a altas velocidades, 900 km/h para ser específico.
El hombre que diseñó este artilugio no es un militar ni un ingeniero de la Nasa, sino un civil que sabía algunos tips de ingeniería, que tenía componentes de muy fácil acceso que adquirió en el mercado, y bueno, es un experto en el uso de AutoCAD para el desarrollo final del arma en una impresora 3D.
Esta “genialidad” puede disparar a altas velocidades proyectiles de grafito, aluminio, tungsteno y plasma. Eso sí, el sitio BGR.com asegura que “este cañón de riel portátil no es tan letal como un cañón de grado militar”. Aunque si las balas son proyectadas a 900 km/h, claramente puede provocar daño.
En el video a continuación se puede ver cómo el creador dispara a un blanco de madera.
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