Jeffrey Bigham es un hombre que alquiló una casa a través de Airbnb para pasar junto a su familia la víspera del año nuevo en la ciudad de Seattle. Cuando llegaron al lugar todo parecía normal y marchar bien. Sin embargo, se dieron cuenta de un detalle que los incomodó mucho: la presencia de dos cámaras de seguridad dentro de la residencia.
Tal y como cuenta Bigham a través de un blog, fue realmente sorpresivo encontrarse con los dispositivos. La razón de esto fue que su anfitrión les había aclarado que el domicilio contaba con dos cámaras, pero que estas estaban afuera. Ante esto, el cliente no se lo pensó dos veces para desconectarlas. Estaba preocupado porque “era muy probable que mi hijo de dos años pasara desnudo frente a la cámara”. Era fácil que sucediera, pues cuenta que su rango de visión iba hasta al lado del baño.
Bigham agrega que era muy difícil enterarse de la existencia de las cámaras antes de alquilar la casa. En más de 20 fotografías del lugar, solo una difícilmente dejaba ver un pequeño bulto que estaba en una esquina cerca al techo. Además, no es que la imagen tuviera mucha resolución como para poder darse cuenta del detalle.
check out this picture from an @Airbnb I recently stayed at in Seattle — notice anything concerning?
if you manage to spot it, that's great, because Airbnb considers this photo to be proper disclosure… 1/n pic.twitter.com/gj9XFcaZoe
— hci.social/@jbigham (@jeffbigham) January 15, 2019
El hombre contactó a Airbnb para hacerle saber de su queja. No obstante, la compañía aseguró que el anfitrión sí había aclarado sobre la existencia de las cámaras. No solamente respondió eso, sino que le comunicó al dueño de la casa lo que había sucedido.
Bigham cuenta que el anfitrión envió una persona para que fuera a “husmear” a los huéspedes. Además, les hizo un reclamo extraño por haber desconectado las cámaras:
Efectivamente ustedes desmantelaron nuestro sistema de seguridad aún después de que Airbnb rechazara su reclamo. ¿Qué estaban tratando de ocultar en la víspera de año nuevo?
Esto definitivamente molestó a la familia, que explica que simplemente querían algo de privacidad. “Podríamos haber hecho una fiesta con drogas y sexo con 100 de nuestros amigos cercanos… o simplemente haber ido a dormir a las 9:15 exhaustos de estar con niños todo el día”. Decidieron entonces compartir su terrible experiencia y que fuera escuchada por los medios de comunicación.
La respuesta de la compañía
Efectivamente el blog de Bigham terminó ganando la popularidad que esperaban. No quería que el hecho se quedara como una injusticia en la que simplemente tenían que aceptar que alguien más los espiara cuando quisiera.
Esto obligó a que Airbnb revisara de nuevo el caso y se disculpara con ellos:
La privacidad y seguridad de nuestra comunidad es nuestra prioridad, y nuestro manejo original de este incidente no cumplió con los altos estándares que establecimos para nosotros mismos”.
Además, la compañía aclaró lo importante que es tener detalle de cualquier dispositivo de seguridad presente. También agregó que el anfitrión había sido retirado de su sistema.
Airbnb terminó devolviendo el dinero de la estadía a la familia Bigham. Afortunadamente la historia terminó en algo positivo, pero no deja de plantear la preocupación por una sociedad en la que cada vez estamos siendo más vigilados.
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