La “broma” de un youtuber que terminó con su asesinato

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Con 20 años, el sueño de Timothy Wilks era ser youtuber. Para lograr fama, quería realizar una “broma” que le costó muy, muy caro.

En su canal, denominado Tommy G McGee, tenía ya 47 mil seguidores. La especialidad eran las bromas pesadas.

La Policía en la escena del crimen del youtuber.

El estacionamiento de la Urban Air Trampoline and Adventure Park, en Tennessee, era el escenario. Allí Wilks llegaría con un cuchillo, con el fin de asustar a un grupo de amigos.

Sin embargo, no contó con la presencia de David Starnes Jr. en el grupo. Apenas tenía tres años más que Wilks, pero manejaba un arma y el instinto de que algo malo estaba sucediendo.

Starnes Jr. sacó su arma y le disparó a Wilks. Era un chico con un cuchillo, con eso buscaba evitar un desastre mayor.

Lo que Starnes Jr. no sabía era que todo formaba parte de una broma de Wilks.

Wilks murió.

Aunque no se emitieron cargos contra Starnes Jr., sí se realizará una investigación al respecto. El tirador -que tenía su arma con todos sus papeles– argumentó que lo había hecho en defensa propia.

 

El youtuber contra la realidad: otros casos

El caso de Wilks no es el primero en el que una “broma” termina en tragedia, todo por lograr fama como youtuber.

En el portal Law & Crime se cuenta la historia de Monalisa Pérez y Pedro Ruiz III, su novio. ¿Cuál era el experimento que quería hacer Pedro? Colocarse un grueso libro en el pecho y que Monalisa le disparara.

El joven pensaba que el libro detendría la bala.

Un gran error.

Monalisa había escrito un tuit previo explicando el experimento, indicando que era idea de Pedro y no suya.

Dos youtubers más inventaron otra “genialidad”: asustar a la gente en un banco, presentándose como asaltantes. Alan y Alex Stokes, hermanos mellizos, no pasaron a la lista macabra porque uno de los clientes llamó a la policía, y ambos se rindieron cuando las autoridades llegaron.