Una familia estadounidense dueña de un parlante Amazon Echo se encontró con una desagradable sorpresa al saber que el aparato grabó sus conversaciones y luego se las envió a otra persona.
Los hechos sucedieron en Portland, Oregon; el Echo estuvo realizando grabaciones aparentemente al azar. Y esas grabaciones fueron enviadas vía telefónica a alguien de la lista de contactos de la familia.
En un principio, los afectados creyeron que se trataba de una broma ya que el primer aviso al respecto fue una llamada del receptor de los audios pidiéndoles que desconecten los dispositivos. Pero luego, las cosas cobraron otro cariz, cuando la persona les indicó el contenido de las grabaciones, según el canal de TV KIRO 7.
Los dueños del Echo llamaron a Amazon para alertar de la situación, lo que efectivamente fue corroborado por la empresa. Según las víctimas de esta verdadera invasión a la privacidad, “los ejecutivos de Amazon nos ofrecieron disculpas muchas veces y dijeron que era algo que debía arreglarse”.
El canal contactó a Amazon y la respuesta oficial fue que “la privacidad es algo que se toma muy en serio” y que la investigación sobre el asunto indicó que “se trata de un problema muy poco frecuente” pero que ya están tomando medidas para evitar que pase de nuevo.
Obviamente, las víctimas no pretenden volver a conectar su Amazon Echo jamás. Esto, pese a que Amazon ya había indicado que “oficialmente” el aparato no hacía lo que acaba de hacer: espiar.
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