Una de las noticias más importantes en el sector móvil para México se dio a principios de marzo de 2017, con el anuncio de una nueva regulación impuesta por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) a América Móvil, en donde se le ordenaba fragmentarse para separar a su compañía de telefonía fija e internet, Telmex.
En su calidad como Agente Económico Preponderante, América Móvil se ve legalmente obligado a cumplir con estas disposiciones para seguir operando en el país y favorecer una dinámica más equilibrada de competencia, pero el Sindicato de Telefonistas no está de acuerdo.
Un reporte del diario El Economista revela que el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) ha solicitado de manera formal al IFT revocar su resolución y la modificación del título de concesión de la empresa, bajo el argumento de que es un camino adecuado y se necesita impulsar una nueva estrategia de desarrollo para el sector:
Telmex ha podido cumplir cabalmente con las medidas impuestas bajo la supervisión y reconocimiento del IFT, no obstante que éstas han significado una fuerte disminución en los ingresos de nuestra fuente de trabajo.
No se justifica el endurecimiento de las medidas asimétricas derivadas de la primera declaración de preponderancia, ni la determinación de ordenar la separación funcional de Telmex.
Es lo que señala el documento, firmado por el secretario general del STRM, en donde también se resaltan las preocupaciones de su gremio por las repercusiones a su estabilidad laboral y la nula información sobre la distribución de responsabilidades con los fondos de pensiones si se realiza la separación.
El IFT ya habría respondido a la misiva, señalando que legalmente ellos no pueden revocar sus propios resoluciones, por lo que Telmex tendrá un largo recorrido antes de resolver este asunto.
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