Reunir dos de los más grandes placeres de la vida en un solo elemento siempre es una excelente idea. La música y la comida es una combinación perfecta y más aún cuando te puedes comer los ritmos que acabas de escuchar. Parece no tener sentido, pero el músico Matthew Herbert logró juntar ambas cosas de una forma muy particular.
Lo que hizo el artista de música electrónica fue, luego de muchos experimentos, fabricar discos a partir de vegetales procesados, una mezcla de berenjena, cebolla, papa, jamón, queso, huevo y azúcar. Pueden parecer simples tortillas, pero no, los “vinilos” realmente pueden reproducir las pistas que grabó en ellas.
Se trata del proyecto Edible Sound a cargo de la Galería de Ciencia en Londres y su finalidad es generar conciencia sobre la nutrición, en especial el tema de los altos niveles de azúcar que consumimos, los cuales provocan obesidad y diabetes, entre muchas enfermedades más. De hecho, como vemos en la foto de la portada, el vinilo grabado con láser incluye el texto “Advertencia: Esta comida podría dañarte”.
A modo de cierre de la exhibición FED UP: The Future of Food que duró meses en la Galería de Ciencias, Herbert realizó un concierto en The Guy’s Chapel en Londres, reproduciendo sus tortillas de 33 RPM comestibles en un tornamesa. Los asistentes pudieron deleitarse comiendo los discos cuando terminó la presentación.
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